Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


martes, 26 de mayo de 2015

De la locura de las multitudes

"Al leer la historia de las naciones, nos encontramos con que, como los individuos, tienen sus caprichos y sus peculiaridades. Sus temporadas de entusiasmo y de temeridad, cuando no se preocupan de lo que hacen. Vemos a comunidades enteras que de repente fijan sus mentes en un objeto, y se vuelven locas en su búsqueda. Como millones de personas se convierten a la vez, impresionadas por una ilusión, y corren detrás de ella, hasta que su atención es atrapada por alguna nueva locura, más cautivadora que la primera. Vemos de pronto a una nación presa, desde las clases altas a las bajas, por el violento deseo de la gloria militar. Otra, enloquecer de repente por una obcecación religiosa. Y a ninguna recuperar sus sentidos hasta que se han derramado ríos de sangre y sembrado una cosecha de gemidos y lágrimas, que será recolectada por sus descendientes. (...) Los hombres, se ha dicho con acierto, piensan en manada y se vuelven locos en rebaño, mientras que sólo recuperan sus sentidos lentamente, y uno a uno". 
Charles Mackay. 'Memoirs of extraordinary popular delusions and the madness of crowds' 1841
Via Francesc Costa

El mundo se está ahogando en deuda

Ageing populations mean countries' debt piles risk growing out of control, warns European head of Goldman Sachs Asset Management

miércoles, 20 de mayo de 2015

Pena y vergüenza

Pena y vergüenza. Eso es lo que siento ante la manifestación celebrada contra la sentencia que estableció un 25% de horario lectivo en castellano en la Escuela Pía de Santa Anna de Mataró, que es la escuela en la que estudié secundaria y Pre Universitario en mi adolescencia y juventud.

Pena y vergüenza por ver a un puñado de mis conciudadanos movilizarse contra unos padres por haber tenido la osadía de recurrir, ganar y querer ejercer el derecho a que su hijo reciba una parte de la educación en su lengua materna, el castellano o español, que también es, con el catalán, lengua oficial de Cataluña.

Lo repito: pena y vergüenza. Porqué fue eso y no otra cosa lo que hizo esa gente 'tan ufana i tan superba' en esa manifestación. Las críticas al ministro Wert y a los tribunales de justicia, las referencias a las raíces y a la historia de Cataluña sólo fueron la justificación, la obediencia debida, para el escrache, el acoso, la amenaza que advierte que no hay derecho individual que valga frente al 'derecho' superior de la lengua, de la patria o de la mayoría que conforma esa 'democracia sentimental' en la que se ha convertido Cataluña.

España pasó de la dictadura a la democracia en 1978 pero no en materia lingüística, por lo menos en Cataluña. Antes, durante la dictadura, en esa Escuela Pía de Santa Anna dónde yo estudié y en todas las demás la enseñanza se impartía exclusivamente en una lengua: el castellano. Hoy, en democracia, se sigue impartiendo la enseñanza exclusivamente en una sola lengua. Pero ahora, en lugar del castellano es el catalán. La enseñanza, pues, sigue hablando aquí la lengua del régimen de turno.

El castellano, sin embargo, no ha quedado fuera del sistema educativo. Se imparte como una asignatura más, cosa que durante la dictadura no pasaba con el catalán. Diferencia real, aunque insignificante, pero que para los nacionalistas es una gran concesión ante la que los castellanoparlantes deberían estar eternamente agradecidos. Recurrir a los tribunales para que el castellano no sea sólo eso, una asignatura, sino también lengua vehicular es de desagradecidos, cuando no de fachas. Es de resentidos, de rabiosos que muerden la mano del que les da de comer.

Frente a eso, siempre creí y sigo creyendo, que los problemas se resuelven mejor con libertad. En una Cataluña prácticamente dividida por la mitad entre ciudadanos de lengua materna catalana y ciudadanos de lengua materna castellana y en la que las dos lenguas son oficiales y conocidas por todos los catalanoparlantes y casi todos los castellanoparlantes, alumnos y profesores deberían poder hablar y escribir en la lengua que quisieran. Y tan sólo en aquellas escuelas con aplastante predominio de una de las dos lenguas (escuelas en los barrios del cinturón industrial de Barcelona o de las zonas rurales de la Cataluña profunda) establecer un cierto reequilibrio.

La inmersión lingüística es la mejor herramienta para aprender bien un idioma. Pero cuando una sola lengua tiene el monopolio de la inmersión deja de ser un instrumento pedagógico para convertirse en un instrumento político. Un instrumento de asimilación cultural cuyo objetivo no es otro que la construcción de un estado nacional independiente.

Asimilación y no integración porqué el nacionalismo catalán sólo tiene la lengua como elemento diferencial, a falta de otros como la raza, la etnia o la religión. Asimilación y no integración porque el nacionalismo catalán ha abandonado la lengua materna en favor de la lengua propia, otro concepto sacado de la manga y sin equivalente en el mundo como el del derecho a decidir. Y la han abandonado porque reconocer la educación en lengua materna les impediría imponer el catalán como única lengua vehicular que les ha de permitir culminar el proceso de nacionalización de la sociedad catalana.

Es ilustrativo al respecto recordar que durante el franquismo y la transición los nacionalistas calificaron de 'crimen' y 'tortura' no permitir a los niños catalanes ser educados en su lengua materna. Lo escribió Josep Benet en su libro 'Combat per una Catalunya autònoma' (1977).

“Hoy, nuestros hijos desconocen su idioma, porque en nuestras escuelas sólo se enseña el castellano. Esto constituye un crimen: lo primero es la infracción cometida con nuestros derechos como ciudadanos. Se nos arrebata el derecho a conocer nuestro idioma, se nos niega el derecho a aprender con él (…). Pero hay aún un segundo crimen, que resulta peor por inhumano: se tortura a nuestros niños durante los primeros años de escuela aprendiendo en una lengua que no es la materna.”)
Y no sólo Benet, sino también Ramón Trías Fargas (CiU) que durante el debate constitucional, el 24 de mayo de 1978, señaló que la educación en lengua materna era un derecho humano universal y proponía 'la enseñanza en la lengua materna, bien sea catalán o castellano, y la enseñanza del catalán y del castellano obligatoria para todos los que viven en Cataluña'.

“Además de un derecho humano, me parece claro que el idioma, la lengua materna, es un requisito pedagógico importante. Los primeros pasos intelectuales, los primeros intentos de pensar, los primeros contactos con el ambiente cultural, los hace el niño en su idioma materno; y sólo a través de ese idioma materno es capaz de darse cuenta del medio cultural en que vive. Por eso es tan difícil que cierta ideas que se formulan en un idioma puedan luego expresarse en otro; por esta razón hay bastantes niños que no pueden superar esta dificultad y se encuentran con su capacidad de expresión mermada y, sobre todo, disminuidas sus capacidades de aprender. Pero, además, y sigo en el tema pedagógico, a mi me parece claro que el trauma que siempre entraña el paso de la familia a la escuela aumenta extraordinariamente cuando se complica con el paso de un idioma a otro. Esto ha frustrado distintas vocaciones intelectuales y creo, pues, que es un aspecto a tener muy en cuenta.” …. …” Lo que nosotros proponemos es precisamente la enseñanza en la lengua materna, bien sea catalán o castellano, y la enseñanza del catalán y del castellano obligatoria para todos los que viven en Cataluña.”

Sin embargo, todos esos principios se han sacrificado en el altar de la construcción nacional. Lo dicho: pena y vergüenza.

martes, 12 de mayo de 2015

Votar a Rajoy con la nariz tapada

Se atribuye al que fue el más grande periodista italiano del siglo XX, Indro Montanelli, la famosa frase: “Tapémonos la nariz y votemos a la Democracia Cristiana”. Al parecer, Montanelli lo dijo para movilizar al electorado conservador, erosionado por una insultante corrupción política, y evitar que el Partido Comunista de Enrico Berlinguer pudiese llegar al gobierno tras las elecciones generales de 1976.

Lejos de mi la intención de comparar la situación política de la Italia de hace 40 años con la de la España actual. Sin embargo, si creo en la vigencia de la teoría del voto con la nariz tapada. Un voto pragmático, utilitario, casi anglosajón, en las antípodas del voto militante o de la pureza ideológica. Se trata de un voto modesto, que no pretende salvar al mundo de nada; un voto usado, desgastado, con ese brillo sucio del papel manoseado que sólo quiere evitar que se hunda el mal menor cuándo la solidez de la alternativa es todavía una incógnita.

Se dirá que en esta España flagelada por la corrupción, amenazada por sediciones y radicalismos y que a duras penas sale a flote de la peor crisis que ha sufrido en 30 años no es precisamente el momento histórico de taparse la nariz y seguir votando lo mismo. Se argumentará que ha llegado la hora no ya de un simple cambio político sino de una revolución que instaure de una vez por todas esa 'auténtica' democracia que nos hará felices comiendo perdices. Una revolución que acabe con la causa de todos nuestros males, que al parecer son el bipartidismo, la 'gerontocracia' y lo que, con tan mala fe, llaman 'el régimen de la transición'.

Ese discurso, que es el que lamentablemente tiene más probabilidades de prevalecer, es el discurso de Sísifo. El discurso del empezar de cero constantemente, el discurso del blanco o negro, del todo o nada, del borrón y cuenta nueva. Es el discurso de la eterna revolución pendiente. Y yo ya no creo, ni estoy, para revoluciones. Por lo menos en ésta parte del mundo.

La única buena revolución política que ha existido en la historia de la humanidad, que es la que consagra los derechos individuales y limita el poder del Estado, aquí ya la hemos hecho. Se hizo con reformas y con pactos que culminaron en un texto constitucional que me gusta muy poco pero que sirvió para poner a este país en el mundo civilizado y, sobre todo, para que los españoles nos reconociéramos los unos a los otros como ciudadanos y no como enemigos, para que todos sacásemos nuestros muertos del armario y pusiéramos fin a la guerra civil. Eso fue la Transición. Los textos legales que generó pueden enmendarse, cambiarse, pero no su espíritu. Hacerlo seria, lisa y llanamente, una contrarrevolución.

El PP no me gusta, pero su gobierno está sacando las castañas del fuego. Ha emprendido algunas reformas, tímidas e insuficientes, pero que van en la buena dirección. Así lo reconoce tanto la Unión Europea como el Fondo Monetario Internacional. El PP ha tardado demasiado en actuar contra la corrupción, pero finalmente ha tomado al toro por los cuernos.

Rajoy está gobernando en el peor momento de la democracia española desde los años de plomo que provocaron la dimisión de Suárez y que desembocaron en el intento de golpe de estado del 23-F. Y frente a él, el páramo, casi la nada. La insoportable levedad de Pedro Sánchez, la prédica iluminada del nazareno Iglesias y la efervescente burbuja de Albert Rivera. En el PSOE no veo nada nuevo, en Podemos nada bueno y en Ciutadans nada hecho, todavía. Rivera puede ser la gran esperanza blanca pero el melón está por abrir y puede saber a calabaza. La disyuntiva, pues, es clara: o liarse el voto a la cabeza y saltar al vacío o votar a lo menos malo con la nariz tapada.

sábado, 2 de mayo de 2015

Si en lugar de 'progres' fueran 'fachas' nadie discutiría la sentencia

Cuando los que, más allá de las palabras, asedian un Parlamento e intentan impedir físicamente que los diputados elegidos en las urnas puedan acceder al mismo, no están ejerciendo ningún derecho legítimo, están, lisa y llanamente, ejecutando un intento de golpe de estado. Puede que ese intento de golpe no quiera, o no pueda, ocupar el poder y que se limite, más modestamente, a intentar impedir una votación o a forzarla en un sentido contrario a la voluntad mayoritaria de la cámara. En cualquier caso se trata siempre de un delito muy grave contra la democracia y el estado de derecho. Un delito de sedición, que está gravemente penado en todas las democracias de nuestro entorno.

Sin embargo, y a pesar de que el Supremo ha aplicado la pena mínima de tres años de cárcel de los hasta seis previstos por la ley por un menos grave 'delito contra las instituciones del Estado', gran parte de la clase política catalana ha reaccionado escandalizada por lo que considera una condena desproporcionada. ¿Hubieran reaccionado igual si los manifestantes condenados hubiesen acudido a cercar el Parlament convocados por Falange Española o por PxC? Por supuesto que no. Esos partidos no sólo hubiesen exigido más mano dura contra la amenaza 'fascista' sino que habrían acusado al Supremo de connivencia ideológica con los 'fachas' por haberles aplicado la pena mínima.

La izquierda catalana, y no sólo la izquierda, es tan condescendiente con esos aspirantes a golpistas porqué en el fondo los ven como a sus cachorros ideológicos. Unos buenos chicos que tienen un corazoncito lleno de buenas intenciones, aunque a veces se pasen de rosca. Pues, no. Salir a la calle para tomarse la justícia por su mano creyendo que el fin justifica los medios no es otra cosa que matonismo político. Es puro leninismo, puro chavismo, puro fascismo. Pero ellos no lo saben. Como tampoco parecen saberlo sus papás ideológicos, que les ríen todas las gracias y procuran sacarles siempre las castañas del fuego.

viernes, 1 de mayo de 2015

Tres paradojas de las elecciones andaluzas

El único que ha ganado de verdad las elecciones en Andalucía ha sido Ciudadanos, un experimento de creación de un partido transversal social-liberal inédito en España y parte del extranjero. Se dirá que Podemos ha sacado más escaños que C,s (15 frente a 9) partiendo también de la nada, pero si bien ello es cierto en cuanto a siglas no lo es en cuanto a ideología. El comunismo de Julio Anguita, con su Convocatoria por Andalucía, ya obtuvo en 1994 los 20 escaños y casi el mismo porcentaje de votos que ahora han obtenido sumados Podemos e IU. Podemos, pues, no es tanto un fenómeno nuevo como una recomposición de la vieja izquierda no socialdemócrata, con un techo electoral que no resulta fácil de romper. Así, aún que Podemos parece el gran ganador, en realidad no lo es tanto. Esta es la primera paradoja de las elecciones andaluzas del domingo.

La segunda paradoja es que el PSOE-A ha ganado perdiendo. Los socialistas andaluces han obtenido los peores resultados de su historia en número de votos, se han quedado con el mismo número de diputados que ya tenían y con mayores dificultades para encontrar socios de gobierno, sobre todo después de que Rivera dejase claro que no entrará en un gobierno de coalición. Sin embargo, estas elecciones han servido para que la señora Susana Díaz haya obtenido su fe de bautismo electoral en olor de multitudes y pueda consolidar su figura política dentro y fuera de Andalucía, así como para evidenciar que a una parte importante del electorado andaluz le importa un bledo la corrupción -de la que probablemente obtiene o espera obtener algún beneficio- siempre, of course, que sea la corrupción del bandolero y no la del señorito. Y es que también en la corrupción todavía hay clases.

Así, el PSOE-A ha podido sacar provecho a sus 33 años de corrupción e incompetencia evitando su desplome electoral y endosándolo al PP andaluz, que seguramente pasará al libro gordo de los récords como la primera oposición que se hunde por los pecados políticos del gobierno al que debía controlar. Y esta es la tercera paradoja: el PP es el gran castigado sin haber gobernado jamás Andalucía. Una parte de sus electores habrían optado por el voto útil a Susana Díaz para frenar a Podemos, pero otra parte -y no la menor- le ha pasado factura por la corrupción y el incumplimiento del programa electoral general y ha votado a Ciudadanos. Tanto es así que sin la existencia de Ciudadanos, el PP andaluz probablemente habría vuelto a ganar, aunque a la baja, las elecciones andaluzas.

Para el centro-derecha español parece haber sonado también la hora de la recomposición.

Macartismo climático

"Para mi la protección del Planeta Tierra, la supervivencia de todas las especies y la sostenibilidad de nuestros ecosistemas es mas que una misión. Es mi religión y mi dharma" ( Palabras del presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, en su carta de dimisión)


Con este arrebato de sinceridad -no se trata de ciencia si no de fe- presentaba su dimisión esta semana el jefe supremo del panel sobre el calentamiento global de la ONU y premio Nobel de la Paz, Rajendra Pachauri. Y lo hacía porqué a sus 74 años sufrió otro calentón que lo llevó a acosar sexualmente a una investigadora de 29 años de edad. Antes parece que hubo otros. Pero la prensa socialdemócrata no ha prestado mucha atención al caso, ya que no se trata de Bush o Rajoy. Como tampoco está prestando mucha antención a la 'caza de brujas' que ha desatado Obama contra científicos críticos o escépticos con la teoría del calentamiento global.

El 20 de febrero, la Casa Blanca envió este correo electrónico anunciando una ofensiva contra los científicos que disentían de la agenda del calentamiento global del presidente demócrata.

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El nuevo McCarthy es el jefe de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, el demócrata Raúl Grijalva, que ha escrito una carta a siete universidades para indagar sobre siete investigadores críticos con el cambio climático.

La caza de brujas de Grijalva presupone que todo lo que cuestiona la ortodoxia del calentamiento global debe ser perseguido en nombre de la justicia y la supervivencia del planeta.

Uno de los perseguidos, sorprendentemente, es Roger Pielke de la Universidad de Colorado. Pielke, como explica Politico, parece un objetivo bien extraño. 'No es que [Pielke]dude del cambio climático. No es que dude que puede ser perjudicial. No es que dude que es el resultado de las emisiones de carbono. No es que se oponga a llevar a cabo políticas agresivas, en concreto un impuesto sobre el carbono, para intentar combatirlo. El pecado de Pielke simplemente ha sido señalar que los datos sobre fenómenos meteorológicos extremos muestran que estos aún no han sido afectados por el cambio climático y esto ha sido suficiente para enfurecer a los partidarios del mismo que necesitan desastres inmediatos como herramienta política. No puede ser un apocalipsis de aquí cien años, el apocalipsis debe ser ahora. Pielke observa que los huracanes, las inundaciones y los tornados no han aumentado en frecuencia o en intensidad desde mediados del siglo veinte.'

Pielke ha denunciado públicamente la caza de brujas a la que está siendo sometido.