Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


domingo, 28 de octubre de 2012

Salmond, pillado

Los abogados que asesoran al gobierno de Escocia aseguran que siempre dijeron al primer ministro Alex Salmond que el futuro de una Escocia independiente dentro de la Unión Europea no era automático y que era un "objetivo político" que requería "negociaciones detalladas", según publica The Independent on Sunday.

Via Caricatunya




jueves, 25 de octubre de 2012

Las 12 gran mentiras sobre la crisis

1.- La causa de la crisis es por el dinero que se ha dado para el rescate de los bancos.

2.- La culpa es del excesivo endeudamiento promovido por los bancos.

3.- Con más impuestos o acabando con el fraude fiscal se podría acabar con el déficit público y no habría que hacer recortes

4.- La culpa de la crisis es de la política de recortes. Los recortes del gasto público producen un descenso de la demanda y más desempleo que genera más déficit y necesidad de nuevos recortes. Son necesarias políticas de crecimiento.

5.- Si el Estado se apropiase de los beneficios de los bancos (ya sea nacionalizándolos o aumentando los impuestos) y los dedicase a crear empleo la crisis se paliaría enormemente.

6.- La culpa de la crisis en España es de la crisis internacional provocada por los bancos de USA y de los alemanes que nos quieren exprimir.

7.- Si dejásemos de pagar a los alemanes no habría que hacer recortes.

8.- Los recortes van a acabar con la sanidad y la educación públicas.

9.- Las agencias de rating y los bancos ingleses, alemanes, yankis conspiran contra nosotros y nos atacan rebajándonos la calificación crediticia y subiendo la prima de riesgo para enriquecerse.

10.- Sería preferible que los recortes se realizasen con más lentitud porque si se recorta rápidamente se asfixia la economía.

11.- La degradación de las condiciones laborales ha causado una disminución de la demanda que genera más desempleo y empeora más el mercado laboral provocando un circulo vicioso de inseguridad laboral, bajos salarios y baja demanda que impide salir de la crisis.

12.- Los culpables de la crisis son las políticas neoliberales y la globalización.

La respuesta a la falsedad de estas afirmaciones la encontrareis aquí.
(Via)


El sueldo de los empleados públicos es un 30% superior a la media





martes, 23 de octubre de 2012

El PSOE creó en Andalucía una administración pública paralela y no fiscalizada con 26.000 "enchufados"

Andalucía ha creado una administración en negro, en B. Una administración paralela y no fiscalizada de manera regular de más de 130 consorcios, agencias, empresas, fundaciones o institutos impulsados por los Gobiernos del PSOE de Manuel Chaves y José Antonio Griñán en las dos últimas décadas.

Ahí trabajan un mínimo de 26.000 personas que los sindicatos de funcionarios denomina enchufados, pues nunca han pasado pruebas de selección para acceder a esos empleos. La gran mayoría de ellos están vinculados a PSOE, UGT y CCOO.

Se trata una Junta de Andalucía bis sobre la que el Ministerio de Hacienda ha puesto la lupa



Del cambio climático ya sólo habla Tomás Molina



Antón Uriarte:
El Cambio Climático no ha sido mencionado ni una sola vez en el tercer y último debate entre Romney y Obama dedicado a política internacional. El supuesto peligro global ha quedado relegado y olvidado. Habría tocado a Obama sacar el tema. Hace cuatro años prometía a la humanidad, al modo de Moisés y en oposición al Rey Canuto, salvarnos de las aguas y de la inundación oceánica.

Ahora ha preferido que en el final de campaña prime el slogan de Biden "Osama Bin Laden está muerto y General Motors está viva". Avívese la fabricación de automóviles y aumentemos la producción de combustibles fósiles. Más independencia y más barata calefacción, electricidad y gasolina.

Todo lo contrario de lo que ha venido predicando y de lo que en la retrasada Europa se sigue predicando todavía.

Pero el debate ha servido también, una vez más, para evidenciar la política internacional hipócrita, cobarde y mezquina que ha practicado Obama durante su primer -y esperamos que último- mandato presidencial.

La política internacional de Obama en zonas de conflicto ha consistido, a diferencia de Bush, en no dar la cara y en "dirigir desde atrás" las intervenciones militares. Una estrategia que sería buena si no fuera porque la mayoría de las veces no funciona.

Mientras Bush abrió uno de los debates políticos, militares y diplomáticos más intensos de la historia reciente al llevar su propuesta de derrocar a Saddam Hussein al Consejo de Seguridad de la ONU, Obama ha optado por desaparecer de la escena pública y actuar de escondido, como Don Vito Corleone.

Mientras que la guerra de Irak fue retransmitida en directo, segundo a segundo, durante seis años por todos los medios de comunicación del mundo, los asesinatos selectivos de Obama quedan en la penumbra, cuando no en la oscuridad más absoluta. Salvo, claro está, cuando la víctima sirve para ponerse medallas, como es el caso de la merecida muerte de Osama bin Laden.


jueves, 18 de octubre de 2012

Obama, el rey desnudo

El espejismo Obama se ha desvanecido del todo. No ha resistido ni un solo mandato. Y aunque la economía, como suele ser habitual, será la que diga la última palabra en las elecciones del próximo 6 de noviembre, Obama ha ido renunciando a todo, desde el cierre de Guantánamo a la lucha contra las emisiones de CO2, hasta a convertirse en el rey desnudo.

Durante su mandato, Obama se ha visto obligado a ser más realista y pragmático. Y eso le ha hecho perder apoyos entre sus desencantados seguidores.

La deserción del voto femenino es un ejemplo claro. La intención del voto de las mujeres cae en los Estados clave a un 49% para Obama y asciende a un 48% para Romney, mientras que el voto masculino es de un 44%  favorable a Obama y un 52% para el republicano.

El voto judío, tradicionalmente demócrata, también le falla. Un 44% por ciento del electorado judío opta por Romney y un 40% por Obama.

Algo parecido ocurre entre los hispanos. En Florida, la intención de voto para Obama ha caído del 52% al 44%, mientras que la de Romney han subido del 43 al 46%.

En las zonas rurales, tradicionalmente republicanas, Romney tiene una intención de voto del 59% contra el 37% de Obama, que retrocede un 10% respecto a 2008.

martes, 16 de octubre de 2012

¿Cómo hacer frente a la desigualdad sin perjudicar el crecimiernto?

The Economist
The priority should be a Rooseveltian attack on monopolies and vested interests, be they state-owned enterprises in China or big banks on Wall Street. The emerging world, in particular, needs to introduce greater transparency in government contracts and effective anti-trust law. It is no coincidence that the world’s richest man, Carlos Slim, made his money in Mexican telecoms, an industry where competitive pressures were low and prices were sky-high. In the rich world there is also plenty of opening up to do. Only a fraction of the European Union’s economy is a genuine single market. School reform and introducing choice is crucial: no Wall Street financier has done as much damage to American social mobility as the teachers’ unions have. Getting rid of distortions, such as labour laws in Europe or the remnants of China’s hukou system of household registration, would also make a huge difference.

Next, target government spending on the poor and the young. In the emerging world too much cash goes to universal fuel subsidies that disproportionately favour the wealthy (in Asia) and unaffordable pensions that favour the relatively affluent (in Latin America). But the biggest target for reform is the welfare states of the rich world. Given their ageing societies, governments cannot hope to spend less on the elderly, but they can reduce the pace of increase—for instance, by raising retirement ages more dramatically and means-testing the goodies on offer. Some of the cash could go into education. The first Progressive era led to the introduction of publicly financed secondary schools; this time round the target should be pre-school education, as well as more retraining for the jobless.

Last, reform taxes: not to punish the rich but to raise money more efficiently and progressively. In poorer economies, where tax avoidance is rife, the focus should be on lower rates and better enforcement. In rich ones the main gains should come from eliminating deductions that particularly benefit the wealthy (such as America’s mortgage-interest deduction); narrowing the gap between tax rates on wages and capital income; and relying more on efficient taxes that are paid disproportionately by the rich, such as some property taxes.

Different parts of this agenda are already being embraced in different countries. Latin America has invested in schools and pioneered conditional cash transfers for the very poor; it is the only region where inequality in most countries has been falling. India and Indonesia are considering scaling back fuel subsidies. More generally, as they build their welfare states, Asian countries are determined to avoid the West’s extravagance. In the rich world Scandinavia is the most inventive region. Sweden has overhauled its admittedly huge welfare state and has a universal school-voucher system. Britain too is reforming schools and simplifying welfare. In America Mr Romney says he wants to means-test Medicare and cut tax deductions, though he is short on details. Meanwhile, Mr Obama, a Democrat, has invoked Theodore Roosevelt, and Ed Miliband, leader of Britain’s Labour Party, is now trying to wrap himself in Benjamin Disraeli’s “One Nation” Tory cloak.

Such cross-dressing is a sign of change, but politicians have a long way to go. The right’s instinct is too often to make government smaller, rather than better. The supposedly egalitarian left’s failure is more fundamental. Across the rich world, welfare states are running out of money, growth is slowing and inequality is rising—and yet the left’s only answer is higher tax rates on wealth-creators. Messrs Obama, Miliband and Hollande need to come up with something that promises both fairness and progress. Otherwise, everyone will pay.

sábado, 13 de octubre de 2012

A ver cuando los griegos se manifiestan contra si mismos

Antes de conocerse el resultado final del ultimo registro, que terminó el 5 de Octubre, ya habían «desaparecido» de la Seguridad Social 52.189 pensionistas (es decir, personas cuyo fallecimiento no había sido registrado y cuyos parientes o conocidos seguían cobrando la pensión). De las cajas de pensiones de otros organismos se ha registrado la ausencia de otras 45.000 personas. ABC

Periodismo de kalidá, que diria Barcepundigt


jueves, 11 de octubre de 2012

CARICATUNYA, nuevo blog antinacionalista

 
 
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Independencia se ha convertido en la palabra talismán que debe resolver todos los problemas de Cataluña, al igual que en los años sesenta era la palabra Revolución, o en la Alemania de los treinta, Judío. Conceptos simples y simplistas que, sin querer equipararlos, sirven para identificar un culpable de todos los males e imponer la buena nueva redentora.

Pero, más allá de la magia de las palabras, la independencia de territorios que forman parte de estados miembros de la Unión Europea -todos ellos estados democráticos de derecho- no tiene ninguna justificación política racional. La independencia o secesión pueden estar justificadas en territorios bajo ocupación colonial o en situación de genocidio étnico, pero en el actual contexto europeo no es más que un delirio romántico que marcha justo en dirección contraria al espíritu europeísta, que no es otro que la erradicación del nacionalismo y la asunción de una ciudadanía europea común que, vertebrando el inmenso archipiélago de identidades del continente, haga imposible otra gran guerra.

Desde la caída del Muro de Berlín, el proyecto europeo se ha visto confrontado abiertamente a dos tendencias contrapuestas. Por un lado, la que insistía en la profundización previa de la unión. Por otra, la que, reticente a la pérdida de poder de los estados nacionales que hasta entonces era exclusiva del escepticismo británico, priorizaba la ampliación a las nuevas y viejas naciones del centro y el este de Europa.

Como suele ser habitual en la UE, en lugar de racionalizar las prioridades se optó por la vía salomónica de contentar a todos y hacerlo todo a la vez. Por un lado, se precipitó la unión monetaria cuando todavía no todos reunían las condiciones necesarias para hacerla, como hemos descubierto ahora dramáticamente. Por otro lado, se abrieron las puertas a nuevos estados miembros, pero sin haber reformado a fondo la arquitectura institucional de la Unión para hacerla operativa, ágil, eficiente y representativa.

De este modo, la UE se ha ampliado a 27 Estados miembros, cifra que podría llegar a 35 en un futuro más o menos lejano. No en vano, desde 1990 en Europa se han constituido 14 nuevos estados, algunos de los cuales ya lo habían sido y otros no (Lituania, Letonia, Estonia, Bielorrusia, Macedonia, Eslovenia, Moldavia, Croacia, Ucrania, Bosnia y Herzegovina, Chequia , Eslovaquia, Montenegro y Kosovo).

En este contexto, los líderes políticos de Cataluña, Escocia o Flandes manifiestan que aspiran también a convertir sus comunidades en nuevos estados europeos. Aspiración a la que -¿por qué no?- se podrían sumar en el futuro los nacionalismos bretón, corso, occitano, padano, sardo, tirolés, silesiano, prusiano, galés, istrio, magiar, ilirio o bávaro, conformando así un gigantesco y laberíntico rompecabezas político, étnico e institucional totalmente en las antípodas del proyecto de unidad europea.

¿Por qué? ¿Por qué la concepción fundacional de la Unión Europea, entendida como un proceso de supresión progresiva de barreras y de poderes estatales, está siendo debilitada por la recuperación de identidades nacionales (reales o imaginarias) con el fin de constituir nuevos estados soberanos de corto alcance ? ¿Es que alguien puede creer que el proyecto europeo puede sobrevivir a la creación de nuevos estados-nación que, lógicamente, querrán ejercer al máximo posible su estrenada soberanía, tal y como ocurre en gran medida con los estados que provienen del antiguo bloque soviético?

Algunas de las respuestas que se han dado a estas preguntas apuntan a que se trata de una reacción pasajera a la globalización, al rechazo a una construcción europea elitista, burocrática e insuficientemente democrática o al trauma de la experiencia soviética. Respuestas que seguramente no les son ajenas pero que resultan totalmente insuficientes para explicar la fuerza y ​​profundidad que están adquiriendo los movimientos identitarios, inequívocamente nacionalistas, así como toda una multitud de movimientos "alternativos" al sistema industrial, científico-técnico y representativo vigente.

Una respuesta más convincente es que se trata de algo más elaborado que una simple reacción a los problemas del momento. Que se trata, en realidad, de la expansión y arraigo de una concepción del mundo, de la vida, la moral y la sociedad, esencialmente romántica. Una especie de ideología neorromántica transversal que, por una parte, tiende a llenar el vacío cosmogónico, moral y sentimental dejado por el naufragio del comunismo y que, por otra, procura ofrecer remedios ancestrales al malestar que provocan en una ciudadanía infantilizada las inevitables limitaciones temporales del conocimiento científico y la formalidad de las instituciones de la democracia deliberativa. Un romanticismo que revaloriza todo lo que es casero y desconfía del universalismo y que exalta la voluntad personal y política por encima de la norma y del derecho.

Este renacimiento del espíritu romántico no es cosa de hace cuatro días. Reaparece públicamente hace cincuenta años, veinte años después de la Segunda Guerra Mundial, a través de los movimientos hippies y contraculturales de la década de los años sesenta y setenta. El retorno a la naturaleza y a las arcadias felices, la búsqueda de las patrias perdidas, el rechazo de la sociedad industrial y de las democracias representativas o la exaltación de la espontaneidad son la semilla que se injertaran en todos los movimientos alternativos posteriores, desde los movimientos identitaristas, étnicos o culturales, al ecologismo político y otros movimientos antisistema y antiglobalización.

Desde el punto de vista político, que es lo que aquí nos interesa, el neorromanticismo -en línea con el célebre jurista nazi Carl Smith- proclama que no pueden existir límites a la voluntad soberana del pueblo. Que en una auténtica democracia no puede existir nada por encima de esta voluntad mayoritaria, ni derechos naturales ni constitucionales que la condicionen. La democracia, la política, es el Estado total. Una concepción que choca frontalmente con la de las democracias liberales que, justo al contrario, se fundamentan precisamente en la limitación de todos los poderes y especialmente del poder de la mayoría, que es el único poder aceptado en las Constituciones modernas.

Para el neorromántico, la democracia es un fin en sí misma y no simplemente un medio para cambiar los gobiernos sin violencia. Para las democracias liberales la finalidad básica del poder político es garantizar los derechos y libertades de las personas para que puedan vivir, no como quiere la mayoría, sino como quieran y deseen ellas mismas (en un convento, en una comuna de amor libre, un kibutz, una comunidad rural y de trueque, en un loft con pareja de hecho o en un casa pareada con familia heterosexual e indisoluble), en la medida que esto les sea posible y siempre y cuando no quieran imponer a los demás su modelo de vida.

De estas dos concepciones del poder, la política y la democracia, la del neorromanticismo es la que ha asumido el nacionalismo catalán conservador, después de décadas de interesada ambigüedad. La voluntad del pueblo -real o supuesta- está por encima de todo: de la ley, del Estatuto, de la Constitución o de los Tratados Europeos. No hay reglas del juego que valgan o que haya que respetar. Se debe tomar el atajo.

Aunque está por ver que hará a la hora de la verdad, esta deriva exaltada del nacionalismo conservador es muy peligrosa. Y lo es por muchas razones, pero sobre todo porque pretende legitimar entre los ciudadanos la idea de que la bondad del fin justifica los medios, aunque sean ilegales. Una idea tan romántica como totalitaria.

jueves, 4 de octubre de 2012

Romney golea a Obama



Una encuesta de la CNN sobre quién ha sido mejor en el primer debate de las elecciones presidenciales en EEUU ha dado un 67% de opiniones favorables a Romney y un 25% a Obama.

Romney critica las subvenciones verdes y Obama no sabe responder