Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


sábado, 3 de septiembre de 2011

El cojín constitucional

Xavier Sala i Martín:
En momentos de crisis, ¿cuál será el déficit fiscal permitido? ¿El 2% del PIB? El 15%? ¿O se le permitirá escoger el nivel de déficit según la gravedad de la situación? Si no hay límite, tendremos los mismos problemas que hemos tenido durante esta recesión y la reforma será inútil. Otra pregunta: ¿quién supervisará que el Gobierno cumple la ley y lo castigará en caso de incumplimiento? Y es que, los desconfiados como yo recordamos que, antes de la crisis, España había firmado el pacto de estabilidad europeo que obligaba a todos los países del euro a mantener déficits inferiores al 3% del PIB, aunque esta cifra era flexible en épocas de crisis. Es más, el Gobierno español ya tenía superávit en los años antes de la gran recesión. Todo era muy parecido al que ahora se propone en la Constitución ... y no sirvió de nada! El problema es que, cuando vino la recesión, se hizo caso omiso del pacto y se generaron estos déficits extravagantes que nos han llevado a la situación actual. Ni que decir tiene que ninguna autoridad ha sido capaz de evitar el endeudamiento catastrófico del Estado en época de crisis.

La pregunta es: ¿debe haber alguna manera de garantizar que el Gobierno tiene suficientes recursos durante las crisis sin tener que endeudarse excesivamente? La respuesta es que sí. Se podría obligar al Estado a hacer lo que les pedimos a las familias responsables: que ahorren en tiempos de bonanza y construyan un cojín financiero que les permita gastar en tiempos de recesión.

Es decir, el artículo 135 de la Constitución debería tener una cláusula que obligara a mantener superávits fiscales cuando las tasas de crecimiento sean positivas (o por encima de, digamos, el 2%) y con ese dinero construir un fondo soberano. Para evitar el exceso de ahorro, el Gobierno podría quedar liberado de esta obligación cuando el fondo llegara a niveles de, por ejemplo, el 20% del PIB. De esta manera, cuando llegara la próxima crisis, el Estado podría utilizar este colchón financiero para no verse obligado a recortar gastos o aumentar impuestos en medio de la recesión, ni a endeudarse hasta límites que pusieran en peligro la recuperación .

Lo podríamos bautizar como el nuevo cojín constitucional.