Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


miércoles, 27 de julio de 2011

No siempre hay un porqué

No bastaba con llorar la magnitud de la tragedia y aplaudir la detención del único culpable. Había que aprovechar la oportunidad para poner a los críticos del multiculturalismo y del islamismo en el mismo saco que a la extrema derecha.

Por puro interés ideológico o por simple pereza intelectual, al etiquetar de extrema derecha al loco asesino noruego se ha abierto la puerta a nuevas restricciones en el debate público sobre el islam y el tratamiento de la inmigración en Europa. Tres días después de la masacre, el secretario general del PSOE madrileño, Tomás Gómez, ya reclamaba a los gobiernos que "controlen" a los medios de comunicación para que no alimenten a la ultraderecha.

Con una mayoría de medios más interesados ​​en el supuesto porqué que en la factualidad del qué, a Breivik se le ha etiquetado rápidamente como de extrema derecha de la misma manera que a Kaczynski (Unabomber) se le etiquetó, en su día, de extrema izquierda. Ambos, sin embargo, en el momento de cometer sus asesinatos ni militaban en ninguna organización política legal o clandestina ni tenían, especialmente el noruego, una ideología coherente.

Breivik se manifiesta como un islamófobo, pero a quien mata es a ochenta noruegos, blancos, rubios y de ojos azules, entre los que no había -que se sepa- ningún musulmán. Justifica el terrorismo, pero cita a Locke, Jefferson o Gandhi. Acepta el libre mercado a nivel local pero desconfía del "capitalismo global". Se considera un templario del siglo XXI pero admite en la cruzada a agnósticos y ateos. En definitiva, un delirio intelectual.

Se trata de dos locos que actúan en solitario, como un dios que debe salvar a la humanidad. Dos seres asociales a los que queremos dotar, a través de etiquetas siempre engañosas, de una significación racional, ya sea política, filosófica, moral o cultural. Cualquier cosa antes que aceptar una verdad más sencilla: que el hombre no siempre es  bueno por naturaleza.