Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


jueves, 5 de mayo de 2011

"La CIA lo crea, la CIA lo mata"

La muerte de Bin Laden ha acabado con líder de Al Qaeda pero no con las fantasías conspiranoicas sobre el terrorista saudí. Lo más grave, es que estas fantasías -"La CIA lo crea, la CIA lo mata"- las crean personas aparentemente solventes y que las digan y expliquen como si fueran verdades incontrovertibles. Antoine Vitkine, a "Las Nouveaux imposteurs", les daba una respuesta.
Bin Laden sería un ex agente de la CIA, o, en versión más edulcordada, un líder creado y financiado por Estados Unidos que al final se vuelve contra sus amos. Estas ideas las he oído repetir una y mil veces y no sólo en las filas de la extrema izquierda. Ya no es sólo una teoría de la conspiración, es un cliché, una verdad establecida, esculpida en mármol.

A esta fantasía hay que responder con hechos. Bin Laden nunca fue, ni de cerca ni de lejos, un agente de la CIA. Los Estados Unidos no le dieron dinero para que reclutara voluntarios árabes para la yihad contra los soviéticos. Considerablemente rico, en aquellos momentos no lo necesitaba. Por el contrario, era él quien recaudaba dinero y ofrecía apoyo logística a los muyahidines y los yihadistas. En cuanto a sus vínculos con la CIA, lo cierto es que son muy tenues: Ben Laden trabajaba con el príncipe Turki bin Faisal, jefe de inteligencia de Arabia Saudí, que le puso en contacto con el ISI, la inteligencia paquistaní.

Por supuesto, hay una convergencia momentánea de intereses entre Bin Laden y los EEUU: expulsar a los soviéticos de Afganistán. Por supuesto, agentes estadounidenses se pudieron reunir con Bin Laden, ya que el trabajo de todos los agentes secretos es hacer contactos con todo tipo de personas, e intentar utilizarlas. Pero no fueron los Estados Unidos los que crearon Bin Laden, sino que se creó a sí mismo. (...)

La teoría de la conspiración se nutre de una gran pereza intelectual, de una crasa ignorancia de la historia y del funcionamiento de la política internacional. Incluso si Bin Laden hubiera cooperado con los estadounidenses en Afganistán a principios de 1980, la convergencia temporal de intereses no se traduciría en una visión común, y, en cualquier caso, los estadounidenses no tenían ningún razón para creer que quince años después Osama bin Laden atacaría los Estados Unidos. La ceguera de la CIA respecto al islam radical no esconde ningún secreto. La historia está llena de estos errores i también de azares, cambios súbitos, incertidumbres. La historia no está predeterminada como creen los conspiracionistas, sordos y ciegos a la razón, sólo preocupados por demostrar que Estados Unidos son necesariamente culpables del nacimiento de Bin Laden porque son culpables de los bombardeos en Irak.

¿A qué viene todo este jesuitismo -donde se pregunta venenosamente "a quién beneficia el crimen"- y toda esta intrincada sofisticación para decir que Bin Laden fue "creado" por los Estados Unidos? ¿Todo ello para decir qué? Que el mal absoluto son los Estados Unidos. Así que el terrorismo, Bin Laden, los islamistas, son, en el mejor de los casos, un producto derivado de la opresión de América y, en el peor, una creación de los Estados Unidos, si no pura invención.